sábado, 3 de enero de 2009

LA NIÑA DIFERENTE


A simple vista no lo podías decir,
pero ella era una niña diferente.
Cada mañana iba a la escuela con
su libro y su manzana, como muchas
otras niñas, pero ella era diferente.

Las otras niñas nunca querían jugar con ella y la mandaban apartarse a los rincones del patio, en donde duermen los rosales bajo la sombra del muro. Las abejas zumbando en el aire de la mañana y las negras hormigas en la tierra húmeda eran sus únicas amigas, porque ella era una niña diferente.

Un día la niña diferente decidió que no iría más a la escuela porque sabía que ella no era como las otras niñas y prefirió tomar el camino del bosque en donde ella pensó que todo sería diferente.

Allí pasó días y noches hablando con los árboles. Por las tardes el viento entre las ramas hacía volar las páginas de su libro gastado, y las noches hacían volar las letras de las páginas.

Una noche se envolvió en su manta y se acurrucó para dormir a los pies de un viejo roble.

Cuando despertó la niña diferente se dió cuenta de que algo había cambiado en ella. Se había convertido en una preciosa niña mariposa. Su felicidad era completa.

Pero lo que la niña diferente no sabía es que hay gente en este mundo a la que le gusta poseer las cosas que son diferentes y su felicidad duró muy poco, porque es muy, muy, muy dificil llegar a ser feliz cuando alguien es diferente.
(Adaptacióm muy libre del cuento "La niña fea" de Ana María Matute)

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